O brother! Visitando el Sur con los Coen

O brother, where art thou? – EEUU, 2000 – Dir: Joel Coen
Título Español: O brother!

Los Coen revisitan en esta película los principios del siglo XX estadounidense, pero en una localización totalmente nueva:  el sur del país. La acción transcurre en 1937 y los protagonistas son tres presos, Ulysses, Pete y Delmar, quienes, ataviados con el tan típico y cinematográfico uniforme a rayas, se evaden para recuperar el botín de un atraco perpetrado por el primero. Sus caracteres son algo estereotípicos pero bien logrados: Ulysses (George Clooney) es el líder que convence a base de energía y un lenguaje muy elaborado; Pete es iracundo y pragmático; y Delmar un tipo simplón que sólo aspira a enderezar su camino. Siguiéndolos de cerca está el «villano», un implacable policía interpretado por Billy Bob Thornton.

Si bien O brother! no renuncia a ciertas aspiraciones intelectuales y estéticas, el tono es decididamente de comedia histriónica, siguiendo la línea marcada en The Big Lebowsky. El ritmo narrativo es bueno y hay ideas muy logradas, como la «carrera musical» de los tres presos, o el ladrón de bancos maníaco-depresivo que conocen durante su huida. Los créditos iniciales aseguran que la historia está basada en La Odisea, pero es una adaptación  extremadamente libre. Entre los pasajes extraídos de la obra de Homero está el encuentro con unas «sirenas» a la orilla de un río (una escena de gran sensualidad) y el enfrentamiento con un «cíclope» interpretado por John Goodman. También está el empeño de Ulysses por regresar a su casa y recuperar a su esposa (obviamente llamada Penny, por Penélope), quien ya ha decidido rehacer su vida con otro hombre.

La estética de la película está muy cuidada, y se mueve siempre en una paleta de marrones y dorados muy agradable de ver que contribuye a cierto toque onírico. El retrato del sur estadounidense resulta muy logrado, presentándosenos una amplia gama de personajes, acentos y situaciones bastante creíbles e interesantes. Me gustó particularmente la subtrama de las elecciones al estado de Mississippi, con sus coloridos mítines y dos candidatos muy distintos: el Gobernador que ya no puede ofrecer nada nuevo pero busca cualquier triquiñuela para mantener el poder, y el candidato populista, que se presenta como «el amigo del hombre pequeño», haciéndose acompañar literalmente por un hombre bajito.  Si el guión es fidedigno históricamente, es llamativa la naturalidad con la que mucha gente aún se tomaba el racismo en los estados sureños por aquel entonces. Incluso hay un personaje que reconoce casi sin reparos su pertenencia al Ku Klux Klan, revelación que hoy sin duda sería escandalosa.

Las interpretaciones son un punto fuerte de la película, con un George Clooney que aprovecha al máximo la rara ocasión de meterse en un papel decididamente cómico. Los diálogos de su personaje, elegantes a la par que extravagantes, y aderezados con un espeso acento sureño, son un caramelo para cualquier actor con ganas de pasarlo bien. Turturro cumple como siempre, en un papel mucho más básico, y lo mismo se puede decir de Tim Blake Nelson, cuyo peculiar rostro hace la mitad del trabajo. El papel de Billy Bob Thornton es seguramente demasiado corto, y tan hierático que le da muy poco juego al actor. Holly Hunter vuelve a un elenco de los Coen, y aunque es una actriz que no me gusta nada, lo hace muy bien como Penny. Otro que vuelve al «redil» es el veterano Charles Durning, francamente divertido como el Gobernador. John Goodman tiene un papel rimbombante de los típicos que le escriben los Coen, y se deja ver. Esta vez se quedan sin cameos John Polito y Steve Buscemi.

En suma, una comedia equilibrada, visualmente atractiva y razonablemente original. Desde luego, bastante más redonda globalemente que trabajos más pretenciosos de los hermanos, como Barton Fink o Fargo.
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