La quimera de la conducción autónoma

https://youtu.be/o7oZ-AQszEI

Con la IA y otras tecnologías siempre existe un hueco entre su estado real y la percepción que tiene el público de las mismas. En los 80 podías camelar al público con una película como «Weird Science», en la que dos chavales creaban una mujer viva usando un PC de la época, o con el cómic de los Transformers, en el que metían toda la personalidad de Optimus Prime en un disco de 3,5 pulgadas.

Los ingenieros que se enfrentan a la conducción autónoma se han encontrado que eso que parece tan fácil de predecir comportamientos es en realidad extremadamente complejo, que aparecen constantemente nuevas variables (curiosamente, la realidad de una ciudad de millones de personas es ligeramente más ramificada y caótica que la de una del GTA), y los más sinceros admiten que estamos a uno o varios saltos tecnológicos de poder soltar un coche por las calles. No se trata sólo de los humanos, ya sea a pie o en coche, sino las muchísimas variables de clima, iluminación, obras, o… la luna. Lo que viene siendo el mundo real.

Este blog de un experto en inteligencia artificial da una visión mucho más realista y honesta del estado del asunto, y sobre lo que podemos esperar en el futuro próximo.

https://blog.piekniewski.info/

Un párrafo en concreto lo resume muy bien:

«In summary, the thesis of this blog is that AI hasn’t reached the necessary understanding of physical reality to become truly autonomous and hence the contemporary AI contraptions cannot be trusted with important decisions such as those risking human life in cars. (…) In short my claim is that our current AI approach is at the core statistical and effectively «short tailed» in nature, i.e. the core assumption of our models is that there exist distributions representing certain semantical categories of the world and that those distributions are compact and can be efficiently approximated with a set of rather «static» models. I claim this assumption is wrong at the foundation; the semantic distributions, although technically do exist, are complex in nature (as in fractal type complex, or in other words fat tailed), and hence cannot be effectively approximated using the limited projections we try to feed into AI, and consequently everything built on those shaky foundations is a house of cards.»

Por supuesto, el hecho de que Tesla anunciara en su publicidad oficial que sus coches vendidos a partir de 2016 (!!!) tenían todo el hardware para conducirse solitos a cualquier parte no ha contribuido en forma alguna en desorientar al público ni consituye un caso de publicidad engañosa.

Famoso este vídeo de la época en el cual el coche va con conductor «únicamente por requerimiento legal».

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